Lanzada en 1979 como la canción principal del sexto álbum de estudio de la banda australiana AC/DC, «Highway to Hell» se erigió rápidamente como un himno generacional y una de las composiciones más emblemáticas del rock and roll. Su riff de guitarra inconfundible, la voz rasposa y enérgica de Bon Scott y una letra que evoca una vida de excesos y libertad la catapultaron a la cima de las listas de éxitos a nivel mundial.
La génesis de la canción surgió de la colaboración entre los hermanos Angus y Malcolm Young, quienes compusieron la música, y Bon Scott, responsable de la letra. A pesar de su sonido potente y festivo, la letra ha sido objeto de diversas interpretaciones. Si bien algunos la ven como una oda a la vida desenfrenada en la carretera durante las giras, otros han sugerido una lectura más oscura, incluso premonitoria, considerando la prematura muerte de Bon Scott al año siguiente. La frase «highway to hell» (autopista al infierno) se dice que surgió de las largas y agotadoras rutas que la banda recorría entre conciertos, describiéndolas con ironía como un camino directo al «infierno» del cansancio y la rutina.
La producción del álbum «Highway to Hell» marcó un punto de inflexión para AC/DC, ya que fue su primer trabajo en colaboración con un productor externo de renombre, Eddie Kramer, conocido por su trabajo con leyendas como Jimi Hendrix y Led Zeppelin. Kramer aportó una pulidez sonora que, sin sacrificar la energía cruda característica de la banda, les abrió las puertas a una audiencia más amplia.
A pesar de su éxito masivo, «Highway to Hell» no estuvo exenta de controversia. Grupos religiosos y sectores conservadores interpretaron la letra de manera literal, acusando a la banda de satanismo y de influenciar negativamente a la juventud. Sin embargo, estas críticas no hicieron mella en la popularidad de la canción, que continuó resonando con fuerza entre los amantes del rock.
Una curiosidad interesante reside en el icónico riff de guitarra de Angus Young. Sencillo pero tremendamente efectivo, su fuerza radica en su ritmo implacable y su melodía pegadiza, convirtiéndose en uno de los riffs más reconocibles en la historia de la música.
«Highway to Hell» no solo consolidó a AC/DC como una fuerza imparable en la escena del rock, sino que también dejó un legado imborrable en la cultura popular. Ha sido versionada por innumerables artistas, aparece en bandas sonoras de películas y videojuegos, y sigue siendo una pieza fundamental en cualquier lista de reproducción de rock clásico. Su energía contagiosa y su espíritu rebelde continúan encendiendo a nuevas generaciones de fanáticos, asegurando que el rugido de esta «autopista al infierno» siga resonando por mucho tiempo.